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Pedir o no un crédito para pagar deudas, esta es una disyuntiva en la que muchos pueden encontrarse. Existe una línea muy fina entre que represente la solución que necesitas o se transforme en un problema adicional. Pagar una deuda a cambio de endeudarse nuevamente, ¿cuándo es pertinente hacerlo?

Es indispensable analizar los pros y contras antes de tomar una decisión que perjudique tus finanzas y estabilidad económica. Exploremos este tema y cómo solventar situaciones de esa naturaleza sin comprometer el futuro de los tuyos.

¿Cuándo se debe pedir un crédito para cancelar deudas?

En un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se encontró que seis de cada diez mexicanos se encuentran experimentando problemas financieros.

Una verdadera pesadilla, así se siente experimentar este tipo de adversidades económicas. Sobre todo, cuando ocasiona endeudamientos tóxicos que derivan de malas decisiones.

El origen de esta situación es multifactorial, como no tener un colchón financiero o ahorro para tus emergencias, gastar más de lo que se recibe o no mantener un presupuesto acorde a los ingresos percibidos.

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También, si usas las tarjetas de crédito de forma poco estratégica o incurres en gastos impulsivos por motivos emocionales, presión social o estrés. Sin darte cuenta, en poco tiempo podrías encontrarte en graves problemas económicos.

La falta de educación financiera influye en la toma de malas decisiones o errores de esta naturaleza. Es por eso, que si te encuentras en un estado de endeudamiento necesitas asesorarte con un profesional. Así, estudiarás las opciones disponibles para solventar el problema antes que se complique más.

Por ejemplo, muchos toman créditos rápidos o préstamos a altas tasas de interés, superiores al 45%. En consecuencia, pueden terminar usando el 30% de su dinero o más para pagar deudas.

Pídelo en estos casos…

¿Cuándo es necesario tomar un crédito para asumir estos compromisos? Existen algunas situaciones donde esta opción es la más indicada, entre ellas:

  • Si el incumplimiento puede generar intereses moratorios que sean inviables de pagar a corto, mediano y largo plazo.
  • Cuando se necesita pagar la tarjeta de crédito, ya que no es posible costear los gastos diarios y cotidianos.
  • En el caso que puedas perder tu vivienda por no saldar un crédito hipotecario.
  • Posees varias deudas con tasas de interés muy elevadas.
  • Si la deuda te impide conquistar objetivos, como comprar una casa o comenzar ese emprendimiento que deseas.
  • Cuando las condiciones del préstamo son convenientes con relación a la deuda presente.

Te reiteramos que debes evaluar muy bien tu situación financiera e ingresos; esta no es una solución mágica, ni a largo plazo. Nunca tomes créditos cuyos intereses sean demasiado elevados o préstamos “sospechosamente buenos”.

Opciones financieras para pagar deudas

Exploremos algunas opciones interesantes en créditos para pagar deudas que pueden ayudarte a salir de estos compromisos en forma más rápida, segura y cómoda.

Consolidación de deudas

Esta es una alternativa válida y posible; muchas entidades te permiten consolidar tus deudas, es decir, vincular todas en solo préstamo. Puedes, incluso, reducir los intereses o ampliar el plazo de pago. Resulta conveniente si las tasas son más bajas que las del préstamo actual o de las deudas que tienes.

Antes de solicitar uno considera tu capacidad de pago, si no cuentas con ingresos suficientes, tal vez, sea mejor considerar otras alternativas. Sobre todo, cuando los límites para cancelar están muy cerca.

Con un nuevo préstamo evitarás que los intereses se acumulen y obtendrás pagos menos onerosos. Puedes solicitar entre dos modalidades la que sea más conveniente para ti:

  • Créditos sin garantía, con estos no es necesario añadir un aval como inmuebles o autos. Lo malo, es que los montos suelen ser menores con relación a los créditos que implican un respaldo.
  • Créditos con garantía, resulta indispensable colocar una garantía que cubre el préstamo en caso que no puedas pagarlo. Uno de los avales más comunes son las casas, departamentos u otras propiedades.

No obstante, podrías experimentar cargos adicionales, correr el riesgo que aumente la deuda o pagar más intereses debido a la extensión de los plazos. Por lo que es indispensable evaluar todos estos factores.

Refinanciación de deudas

Esta es una opción que puedes discutir con el acreedor o entidad bancaria. Consiste en reestructurar la deuda y pagarla estableciendo nuevas condiciones. Podrías, incluso, reducir tus cuotas o expandir el plazo de pago que manejas actualmente. Lo cual, implica pagar montos mayores debido a que la deuda se extiende.

Existen varios tipos de refinanciación; como reducir los intereses, cuotas o plazos, cambiar los tipos de interés o unificar las cuotas. Si debes dinero a un banco puedes refinanciar dentro de la entidad, cambiando de institución o reunificando la deuda en un solo préstamo.

Préstamos personales con una entidad bancaria

Una buena opción para pagar tus deudas es solicitar un préstamo personal en una entidad bancaria. Esta es una opción viable cuando requieres pagar la deuda de tu tarjeta de crédito.

Un préstamo de naturaleza inmediata es muy útil para cancelar intereses que no te permiten saldar adecuadamente una deuda perentoria. Estos no suelen requerir avales y algunos pueden ampliar tu plazo hasta por 72 meses. Una de las ventajas es la seguridad de tratar con una entidad acreditada.

Así mismo, estos préstamos pueden ayudarte a pagar créditos estudiantiles cuyos plazos están casi en período de vencimiento o ya se cumplió su lapso.

Préstamos con familiares y amigos

Esta es una buena opción cuando no es posible recurrir a entidades bancarias, ni resulta factible un préstamo rápido. Solo necesitas tomar estipulaciones legales, como realizar la transacción por medio de un notario y empleando contratos. Sigue este protocolo siempre, incluso cuando el familiar no piense cobrarte intereses.

Otras alternativas

Algunas opciones que puedes considerar, pero que requieren tomar con pinzas, son los prestamistas y minicréditos rápidos. No son muy recomendables, debido a que implican altas tasas de interés, que pueden comprometerte a largo plazo.

¿Cómo evitar un endeudamiento a futuro?

Es importante evitar este tipo de situaciones a toda costa. Pero, si ya estás viviendo un endeudamiento puedes adoptar nuevos hábitos para no recaer en un futuro.

  • Crea un presupuesto donde registres todos tus gastos mensuales e ingresos. Realiza una clasificación por categorías de aquellos esenciales y no esenciales. No gastes más de lo que ganas, así podrás tener un colchón en casos de emergencia.
  • Dale prioridad al pago de las deudas, sobre todo aquellas que tienen tasas de interés elevadas. Considera métodos de pago como el de la bola de nieve o la avalancha.
  • Obtén educación financiera; con el conocimiento correcto conseguirás un mayor rendimiento del dinero e incluso lo invertirás adecuadamente para multiplicar tus ingresos.
  • Cuando necesitas dinero urgente explora otras opciones antes de pedir un préstamo. Como conseguir un trabajo adicional o solicitar ayuda de un conocido o familiar.
  • Pide asesoría a un profesional, este podrá indicarte la mejor forma de invertir tu dinero y adoptar hábitos para lograr una buena salud financiera.
  • Nunca pidas un crédito para pagar gastos que no sean esenciales.

Según el Banco de México los intereses han sufrido un alza en diferentes productos, incluyendo los créditos. Por lo tanto, debes evaluar las tasas de interés antes de tomar un préstamo; nuestro consejo es que nunca aceptes uno que comprenda pagos de más del 45%.

Entonces, ¿es bueno pedir un crédito para pagar deudas? Como ya hemos desglosado, puede ser una alternativa válida cuando la circunstancia lo amerita y es factible mejorar tu estado financiero actual. De lo contrario, solo estarías agravando y prolongando el problema.

Recuerda, siempre es necesario considerar tu capacidad de pago antes de incurrir en este tipo de préstamos personales.

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