Reserva de emergencia: ¿Que és y por qué ya debería tener una?
La conducta de llevar un registro de tus ingresos y egresos mensuales, ayudaraste tener en mente el dinero que necesitas para afrontar tus necesidades. Pero en la vida existen ocasiones extraordinarias que pueden tomarnos de sorpresa y se escapan de ese presupuesto. Y es precisamente aquí en donde entra en juego la reserva de emergencia.
Y cuando hablamos de reserva de emergencia, nos referimos a una cantidad de dinero que mantenemos guardada y apartada para poder afrontar gastos fuera de lo previsto de cualquier tipo. Aunque este concepto pueda confundirse fácilmente con el ahorro, no es puntualmente lo mismo. Ahorrar en sí, es un hábito fundamental para nuestro bienestar financiero. El ahorro se recomienda para planificar proyectos puntuales y también como fondo de retiro. Además de esto, es sumamente importante contar con un fondo de emergencia.
Los ahorros de emergencias serán utilizados eventualmente para cubrir emergencias tanto médicas, de reparación de la vivienda o el automóvil, e incluso para compensar perdidas de dinero inesperadas, cualquiera haya sido el motivo de esto. A continuación, te contaremos los aspectos más relevantes que debes tener en cuenta sobre las reservas de emergencia.
¿Por qué me conviene tener una reserva de emergencia?
El hecho de no tener un fondo de emergencias puede generarte un problema financiero. De surgir un imprevisto que requiera un monto de dinero específico te obligara a endeudarte para poderle hacer frente. O bien, si tienes capital en inversiones, tendrás que hacer uso de este para algo que no estaba destinado.
Es mucho más precavido construir poco a poco un fondo de emergencias, y ante cualquier evento inesperado contar con ese respaldo. De esta forma te evitas situaciones como tener que utilizar tu tarjeta de crédito o acudir a un préstamo bancario o de un familiar o amigo.
¿De qué monto debo tener mi reserva de emergencias?
El monto que debes reunir en tu reserva de emergencia depende de tu caso particular y tu capacidad de ahorro. En términos generales se recomienda hacer un plan finaciero para saber cuánto dinero es suficiente para cubrir tus gastos fijos habituales durante un periodo de 3 a 6 meses. Si quieres superar este importe puedes hacerlo, pero evita que sea inferior a 3 meses de gastos.
Para sacar este cálculo debes sumar lo que gastas mensualmente en tus impuestos, en servicios básicos como electricidad, agua, gas, alquiler, educación y alimentos. Ese número resultante lo multiplicas por los 6 meses y ese es el monto promedio más recomendable. El motivo de este importe es que te permitirá hacer frente a gastos imprevistos, sino que también te hará capaz de poder subsistir. Independientemente de cualquier inconveniente que afecte a su capacidad para trabajar, ya sea debido a una situación personal o algo ajeno a tu voluntad.
Aunque el monto pueda resultarte demasiado elevado a primeras, no debes asustarte, ya que puedes construirlo paso a paso, pero de manera constante.
Como guardar tu reserva de emergencia
Lo mejor en cuanto a donde guardar tu reserva de emergencias es un lugar donde no te tiente ni te incentive a utilizarlo para otra cosa, pero a su vez lo tengas disponible rápidamente, puesto a que como dice su nombre, su función es para cubrir emergencias.
Teniendo esto en cuenta, sumamos el hecho de que puedes tenerlo trabajando en algún instrumento financiero de alta liquidez. Esto te dará el beneficio que mientras no lo uses, tu dinero se estará reproduciendo y tu fondo de emergencias será cada vez mayor.
Es recomendable que te informes para decidir donde reservar tu dinero de emergencias, pero algunas buenas opciones son los fondos de inversión de bajo riesgo o cuentas bancarias de ahorro con rendimiento. Existen un sinnúmero más de opciones para que puedas preservar tu reserva de emergencia generando intereses. Ten en cuenta siempre que puedes asesorarte con un profesional si deseas maximizar la efectividad de tu estrategia.
¿De qué manera puedo construir mi reserva de emergencia?
Si ya tienes el hábito del ahorro, simplemente deberás destinar un porcentaje de estos para crear tu reserva de emergencia. Pero si no lo tienes, deberás construir no solamente tu reserva de emergencias, sino también tu hábito de ahorro.
Y para construir tu hábito de ahorro lo primero es que te pongas metas. En primer lugar, fija un monto con el cual te sientas cómodo, y comienza apartando mes tras mes esa suma de dinero. Si luego puedes incrementarlo, mejor aún. Tomate el importe periódico destinado a tu reserva de emergencias como un servicio o impuesto más que debes pagar. No lo postergues.
Proyecta cuanto te tomara en el tiempo, alcanzar a reunir el dinero necesario para tener tu reserva de emergencias constituida. Si lo consideras, realiza ajustes para llegar a tu objetivo. Puedes aprovechar ingresos extra o reembolsos que recibas para acelerar este proceso.
¿Para qué no debo utilizar mi reserva de emergencia?
Es importante que establezcas reglas para la administración de tu fondo de emergencias, y que las respetes para no arruinar lo que has acumulado. Debes tener en cuenta que considerar emergencia y que no para esta regulación.
Un ejemplo es un gasto médico o reparación del hogar de bajo costo. A pesar de que estos sean imprevistos no necesariamente significa que debas hacer uso de tu reserva de emergencias. Si puedes afrontar ese gasto con tu presupuesto mensual y sin desbalancearlo, se recomienda que no toques el dinero que forma parte de tu reserva de emergencias.
Reparaciones y mejoras del hogar que puedas planificar, como bien sea pintar la casa, cambiar pisos o renovar la cocina o baño, tampoco son situaciones para utilizar tu fondo de emergencias. En estos casos lo más prudente y recomendable es, al igual que para construir tu reserva de emergencia, planificarlo. Presupuesta cuál será el costo total de tu proyecto y crea un plan para ahorrar y reunir ese dinero necesario.
Entonces, ¿para qué debo utilizarlo?
Por el contrario, daños que no pueden esperar a ser reparados, como por ejemplo roturas de caños o averías que no te permitan utilizar tu vehículo y cuyos importes superen tu capacidad financiera, si son situaciones en las cuales puedes y debes utilizar tu reserva de emergencia.
Del mismo modo, gastos médicos que excedan tu presupuesto mensual son razones para hacer uso del dinero que forma parte de tu fondo de emergencias. En este caso cuentan los imprevistos de salud tuyos, de tu grupo familiar o incluso de tus mascotas.
También un fondo de emergencias puede ser utilizado para reemplazar electrodomésticos que dejen de funcionar repentinamente y sean esenciales para ti. Pueden surgirte también trámites donde requieras realizar pagos, en caso de necesitar el reemplazo o reposición de alguna documentación por daño o extravió.
En casos de accidentes con tu vehículo o daños en tu hogar por algún tipo de siniestro, puede que también requieras utilizar el dinero de tu fondo de emergencias hasta que el seguro efectúe la cobertura correspondiente del gasto.
Puede suceder también en caso de tener familia o amigos en ubicaciones geográficas lejanas a nuestro sitio de residencia, que necesitemos hacer un viaje de emergencia para brindarles asistencia. Y tristemente también puede que nos toque ocasionalmente hacer frente a gastos funerarios. Ambas situaciones son motivos de utilización de la reserva de emergencias.
Lo importante es que sepas diferenciar cuáles son las situaciones donde es recomendable utilizar o no tu dinero de emergencias, y si es necesario no tengas miedo ni sientas culpa de hacer uso de este. Posteriormente, al igual que pudiste construirlo, podrás reponer el dinero utilizado.
¿Qué hago si tuve que usar mi reserva de emergencia?
En primer lugar, como te hemos mencionado, no debes sentirte mal de haberlo hecho. Para ese mismo objetivo fue que construiste esta reserva, y debes alegrarte de haber contado con ese respaldo ante una emergencia, gracias a tu esfuerzo y disciplina.
Luego que hayas superado la dificultad que te ha tocado afrontar, simplemente deberás, como hiciste en un principio, planificar tu ahorro para reponer el dinero que has utilizado. En este caso te tocará tener en cuenta la cantidad de dinero que destinaste a cubrir el imprevisto, y por ende la suma que le falta a tu fondo de emergencias para estar completo. Conociendo ese importe una vez más planificaras la cantidad mensual que puedes ahorrar para recuperar el monto original, y el tiempo que te demorara lograrlo.
A modo de resumen, te podemos decir que contar con una reserva de emergencias es algo imprescindible si quieres llevar las riendas de tu vida financiera. En todas las situaciones lo que nos hace fuertes y capaces de sobrellevar las cosas de la mejor manera, es estar listos para lo que pueda suceder. Y a nivel económico y financiero, contar con una reserva de emergencias es la forma de lograrlo.
Organizarte y planificar la construcción de tu reserva de emergencias, te da la garantía, además de no endeudarte, de contar con la tranquilidad que ante cualquier imprevisto no tendrás más que ocuparte de la situación en sí y te evitarás el estrés innecesario de pensar en la parte financiera del asunto. No esperes más y comienza a construir tu fondo de emergencia.